Sanat Kumara y Lady Venus Kumara representan los principios del Padre y la Madre en su forma más elevada. El uso de esta quintaesencia puede ofrecer un profundo nivel de nutrición y sostén, especialmente en relación con nuestras experiencias de crianza y niñez en esta vida terrenal. Puede ayudarnos a construir un puente entre los mundos del Espíritu, los seres humanos y los reinos animal, vegetal y mineral, despertando la comprensión del principio “Como es arriba, es abajo”, que refleja la conexión entre el Cielo y la Tierra: lo que existe en los cielos se expresa y refleja en la Tierra, y esa expresión, a su vez, reverbera de regreso al cielo. También puede estimular una dinámica positiva entre nuestras naturalezas interna (lo superior) y externa (lo inferior), y con las energías divinas que habitan en nosotros, manifestadas a través de nuestro cuerpo físico, nuestra mente y nuestras emociones. Puede ayudarnos a acceder y amplificar todo el espectro de los rayos divinos, integrando los secretos del Universo en nuestro interior, para así colaborar conscientemente con el proceso divino en la Tierra.